martes, 13 de enero de 2015

"Nosotros llegamos en patera"


  Han comenzado a circular por doquier posts compartiendo esta imagen, a veces sin nada más que añadir y en ocasiones con un sucinto "aparecen pegatinas con X mensaje en las farolas de X ciudad". A continuación, comentarios y más comentarios del tipo "Que asco les tengo a los puntos moros, a su patético Islam y a toda la basura que son y representan".

  Por la fuerza de la emoción, entramos fácilmente a criticar con osadía cualquier acción que nos parezca coherente con el contexto actual. Me explico: se ha atentado contra la libertad de expresión y a la vida de los periodistas de la Charlie Hebdo, España está en alerta antiterrorista, como la práctica totalidad del mundo occidental, han aparecido reclamaciones (no es noticia nueva) de Al-Ándalus para los árabes... etc. Por tanto, cualquier resquicio por el que podamos asomar nuestra cólera cristiana y democrática se aprovechará al máximo, más aún ante una pegatina tan delirante como la que presenta este post.

  Pues bien. Todo cambia cuando uno se encuentra con que esta pegatina fue producida en masa (unas 25000) y repartida por distintas ciudades españoles por Democracia Nacional, para sembrar cizaña e inclinar la balanza de los ciudadanos hacia una perspectiva más xenófoba, esto es, más nacionalista. Lo interesante de esto no es sólo que las pegatinas sean falsas y traicioneras, en el sentido de que fueran diseñadas y repartidas por miembros de DN sabiendo que confundiría a la gente y se expandiría como la pólvora. Lo que es también interesante es que esto no haya sucedido en Enero, como los posts de las redes sociales hacen parecer, sino en 2007.

  Estamos hablando de una triple presunción. Primero, que lo han impreso y repartido salafistas. Segundo, que todos los musulmanes de España son salafistas y por tanto terroristas. Tercero, que puesto que lo dice X persona o por omisión de fecha, esto ha sucedido a raíz del atentado contra Charlie Hebdo. La capacidad de la gente de a pie de presuponer, haciendo un acto de fe, lo más cómodo respecto a ciertas ideas, es alarmante...

  Pero lo que debería ser alarmante es el nulo interés por conocer la verdad detrás de cada hecho, independientemente de un juicio de valor sobre el terrorismo. Que yo afirme que las pegatinas las haya distribuido Democracia Nacional no añade ni resta peso a cualquier juicio moral que yo pueda hacer sobre el terrorismo, pero sí sobre el valor absoluto de la verdad.






jueves, 26 de junio de 2014

Evolución II ~ Teoría de la Tierra Joven

[Puedes pasar de la introducción e ir directamente al desarrollo, dependiendo del nivel de cafeína en sangre que tengas]

  La aceptación de la Teoría de la Evolución no es un acto de fe. Por tanto, no se trata de una doctrina rígida y ancestral. Como toda teoría científica, está siempre sujeta a toda suerte de revisionismo y criticismo. Tú mismo, lector, caso de encontrar evidencia o argumento hipotético alguno suficientemente sólido, podrías hacer temblar las bases de la teoría de la Evolución. O no sólo esta, sino cualquier otra. Si llegases a la conclusión de que el peso de los objetos hace que caigan hacia el cielo, o que el campo electromagnético es generado por electroduendes morados invisibles, ningún científico te impediría tratar de encontrar las evidencias y pruebas de que tienes razón (quiero decir, evidencias científicas, no en la Biblia (sí, es necesario puntualizarlo, teniendo en cuenta lo que viene ahora después)).
  El evolucionismo actual no es, evidentemente, el mismo que desarrolló Darwin en su momento, igual que la gravitación no es hoy tal como la concibió Newton en el suyo. Pero, en su núcleo, es esencialmente lo mismo. La razón es que cada teoría es un modelo de ciertos aspectos de la realidad. Un modelo puede ser más o menos parcial o completo, ajustado, preciso... pero lo que importa es que un modelo permite arrojar predicciones sobre observaciones aún no realizadas y explicaciones sobre las observaciones ya experimentadas. En ese sentido, podemos suponer blindado al evolucionismo; todo lo que hemos observado en la biodiversidad puede ser explicado por él o ha sido predicho por él.
  Sin embargo, nada en este mundo goza de un 100% de simpatía. Ni siquiera que la Tierra orbite alrededor del Sol (sí, hay gente, más de la que creerías, que niega esto) o que los átomos existan.
  En contraposición al Evolucionismo está tomando fuerza todo un ramillete de teorías pseudocientíficas aglomeradas como Creacionismo, marcado por principios como el Diseño Inteligente, la Teoría de la Tierra Joven (como cita Wikipedia: Se estima en un 47% el número de estadounidenses que comparten esta opinión, y casi el 10% de universidades cristianas imparten esta teoría en sus clases.) y demás supuestos que, en cambio, sí suponen actos de fe.

Tierra Joven


  Empecemos por analizar el supuesto de la Tierra Joven.
  Según los creyentes en este hecho, la Tierra tiene una edad de entre 5.700 y 10.000 años, frente al consenso científico respecto a los 4.7 mil millones de años. Bien, esto es relativamente sencillo de averiguar. Existen varios métodos de datación que permiten conocer con mucha precisión la edad geológica de cualquier resto que puedas encontrar. Esto vale tanto para un jarrón de cerámica como para la Tierra en sí.

  Datación por radioisótopos. Debido a ciertos principios y leyes de la Física Nuclear, podemos afirmar lo siguiente:

A - Número másico (protones + neutrones)
Z - Número atómico (protones)
  -Los núcleos atómicos se componen, principalmente, de neutrones y protones. El número, Z, de protones de un átomo determina el elemento al que representa. El Hidrógeno tendrá Z=1 o el Carbono Z=6, es decir, 1 y 6 protones respectivamente. El número de neutrones de cada elemento, N, es ligeramente variable. A cada una de las variedades de N se le llama isótopo de ese elemento.
  El ejemplo más sencillo lo vemos en el Hidrógeno. El Hidrógeno se caracteriza por tener un único protón. Sus tres isótopos son protio, cuando no posee ningún neutrón, deuterio, cuando además del protón tiene un neutrón y tritio, que tiene dos neutrones acompañando su único protón.
  Es el número de protones el que caracteriza las propiedades químicos de un elemento. Por tanto, diferentes isótopos de un elemento pueden tener propiedades químicas equivalentes. El agua común o ligera, H2O, se compone de un átomo de oxígeno y dos de protio. Si en vez de protio encontramos deuterio, tenemos agua pesada.
Radiación alfa, beta y gamma
  -La radiactividad es la consecuencia de la inestabilidad de un núcleo atómico. Cuando al átomo le resulta difícil contener la estabilidad del núcleo, existe una probabilidad constante de que se libere espontáneamente de energía sobrante que le ayude a recuperar, con sucesivos pasos, su estabilidad. La liberación de energía se hace a través de los diferentes tipos de radiación, alfabeta y gamma. Cada una está compuesta por diferentes paquetes de energía o materia y su pérdida ayuda a estabilizar el núcleo. Diferentes isótopos de un mismo elemento serán más o menos estables y por tanto más o menos radiactivos.
  -Los tipos alfa y beta de radiación (núcleo de helio [2 protones + 2 neutrones] y electrones/positrones, respectivamente) producen cambios estructurales en el núcleo del átomo. En concreto, el número de protones se ve alterado, por lo que ahora el átomo se ha convertido a otro elemento. Este fenómeno se conoce como decaimiento radiactivo. Existen unas predeterminadas series que relacionan diferentes isótopos de diferentes elementos entre sí, estableciendo que los más pesados derivan en los más ligeros, sucesivamente, tras determinado tiempo liberando más y más radiación.
  -El decaimiento radiactivo está guiado por el período de semidesintegración y otras medidas intrínsecamente relacionadas. Esta magnitud refiere al tiempo necesario para que la mitad de una muestra dada se desintegre. Su validez se basa en mediciones de desintegración de muestras y en la ley de grandes números respecto a este tipo de sucesos aleatorios (es decir, por ejemplo la probabilidad de conseguir un 6 en un dado de 6 caras clásico es igual a 1/6, pero es más obvia y certera cuando echo 10.000.000 tiradas que cuando echo 4. De igual forma, el período de semidesintegración resulta bastante certero para una muestra de masa apreciable).
  -El período de semidesintegración y sus magnitudes relacionadas (ratio de decaimiento, tiempo de vida medio) son CONSTANTES para cada isótopo. Existen algunas excepciones puntuales a este punto, que en ningún caso afecta a los isótopos utilizados en mayores escalas que a la de centésimas de unidades percentuales (sí, del orden de 0,01s %, que para el supuesto caso de 4.7 mil millones de años, supondría obligarnos a decir 4.7 ± 0.00047 mil millones de años, un error tan pequeño que no merece más que una nota al pie). Estas excepciones a la característica constante a la desintegración radiactiva son:
    1.  Existe un único isótopo que exhibe variaciones notables de alguna unidad percentual respecto del medio químico en que se encuentre, en condiciones terrestres. Lo importante es que no solo este elemento no se usa en datación, sino que ese isótopo en concreto, el Berilio-7 es muy escaso, de tiempo de vida medio reducido y ligado a un origen cósmico.
    2.  Existe un tipo radicalmente distinto de decaimiento radiactivo en un medio totalmente ajeno al terrestre, el plasma del interior de las estrellas.
    3.  Esta última posibilidad resulta trivial por lo absurda que resulta, aunque bastante real al fin y al cabo. La relatividad del espacio-tiempo puede hacer que una muestra de material radiactivo que viaje por el espacio a velocidades (relativas a la velocidad de la Tierra por el espacio) astronómicamente altas, al ser traída de vuelta a la Tierra, mostrará evidencias de decaimiento más rápido de lo normal. Consultar la paradoja de los gemelos para más información.

Desintegración del Plomo-212
  Como resulta obvio, en conjunto todos estos hechos blindan la siguiente proposición:
  La edad de una roca puede datarse por muchos métodos relacionados con la desintegración de isótopos radiactivos incluídos en ella. Dada una edad ofrecida por una roca tal, la edad de la tierra no será menor a la edad de esa roca, acaso mayor. La consistencia de la datación de alrededor de 4.7 mil millones de años está en concordancia con la edad inferida para el Sol y otros cuerpos del Sistema Solar.

  Aun así, existe una objeción no muy seria a esta datación:
  Para realizar la datación, se asumen los tres siguientes supuestos:
    1.  Las condiciones iniciales de la muestra de roca son conocidos con precisión.
    2.  La cantidad de elementos padre (los que inician la desintegración y son referencia) no ha sido alterada por otros procesos que no sean la propia desintegracián radiactiva.
    3.  El período de semidesintegración del isótopo padre ha permanecido constante desde que la roca se formó.
  Para algunos, el asumir estos tres supuestos supone un grave error. En efecto, parecen violar el método científico. Pues bien, en la datación radiométrica ya se asumen estos riesgos. Las condiciones iniciales están controladas por la temperatura de cierre, la temperatura bajo la cual la muestra de roca se solidifica y los elementos presentes en ella ya han culminado su difusión y estratificación (por tanto, los isótopos padre se separan de cualquier otro contaminante). Por tanto, la edad medida es el tiempo que ha pasado desde que la muestra superó la temperatura de cierre que la convirtió en un sistema cerrado. La cantidad de isótopos padre no ha sido alterada, en principio, por la razón ya expuesta, la roca se ha convertido en un sistema cerrado no influido por el exterior. El período de semidesintegración, en efecto, es constante. Aun así, existen métodos para salvar las probabilidades de error en la confirmación de estos principios, sobre todo el de 'sistema cerrado'. En una misma muestra se pueden hacer dos, tres, cinco o más tipos de dataciones radiométricas basadas en la desintegración. Se pueden aplicar y en efecto se aplican sistemas estadísticos que filtran los errores como el diagrama de Concordia. Y existen métodos basados en la creación de estelas y halos en las rocas por parte de las partículas alfa al atravesar la muestra durante las desintegraciones.


¿Acto de fe?


  La datación radiométrica no sólo parece un método blindado, seguro, confiable, científico, racional. Es que, además, lo es mientras no se demuestre lo contrario.
  Las conclusiones del RATE (Radioisotopes and the Age of The Earth), un proyecto del Institute for Creation Research y la Creation Research Society acaban asumiendo que el periodo de semidesintegración de ciertos isótopos se vio afectado por el Diluvio Universal de forma que todos ellos decayeron millones de veces más rápido de lo que las leyes de la física nuclear describen de la realidad. No sólo el Diluvio Universal no existe (existen inundaciones aisladas, como la del mar Negro en la prehistoria, pero eso ya es otra historia...). No sólo un diluvio o inundación de cualquier tipo no puede afectar a los ratios de desintegración de los isótopos radiactivos. No sólo estos ratios son constantes en la práctica (desde luego, sí que lo son en proporción a los desajustes necesarios para creer en la edad de 6000 años).
  Lo que ocurre no es sólo eso, sino que por mucho que les pese a algunos no se puede deformar la realidad y convertir el método científico en una falacia aberrante para ajustar los resultados de tu proyecto a la realidad que dicta un libro escrito por ancianos iluminados como tantos otros escritos por otros tantos ancianos iluminados.
  El método científico, la física nuclear, es más, las rocas y los isótopos radiactivos no oirán lo que los creacionistas de Tierra Joven les quieran ordenar. Los átomos se seguirán comportando como les dicta su naturaleza mientras los verdaderos científicos sondean sus verdades de muchas de las formas posibles, e incluso imposibles.
  Pese a todo, me queda más y más claro a medida que investigo que los investigadores creacionistas buscan los métodos y los procedimientos susceptibles de arrojar los datos que buscan, casi negándose u obviando los métodos y prácticas que asegurarían una total verosimilitud a las conclusiones, porque sienten que si los datos contradicen tal o cual palabra bíblica, todo el universo se desmoronará a su alrededor. La diferencia estriba en que al verdadero investigador no le importa si la Tierra tiene 3000 años o 5 mil millones. Lo que le importa es que tiene una edad determinada, que representa la verdad respecto al origen de la Tierra; esa pequeña verdad es su meta, y su camino es buscarla esté donde esté mientras el creacionista se empecine en construir caminos imposibles que le lleven a verdades prefabricadas al gusto de teólogos que nada sabían del pulsante corazón de este planeta.


Tierra Vieja


  La razón por la que he atacado la Tierra Joven (aparte de porque es una idea falsa, no requiere más justificación) es que supone un aro de fuego muy, muy estrecho para la realidad evolucionista. La evolución necesita de millones de años para dar fruto y una ventana de tiempo de no más de 6000 años no otorga a sus mecanismos más libertad de la necesaria para llevar del lobo al caniche o del hierbajo a la mazorca de maíz.
  Acabada y aniquilada esta falacia, desaparece un gran filón de supuestos cortapisas al evolucionismo. Quedan muchos más, pero tampoco demasiados...

  Avaron V.



Principales fuentes:
________
http://www.asa3.org/ASA/resources/wiens.html
http://en.wikipedia.org/
http://www.answersingenesis.org/get-answers
http://www.answersingenesis.org/get-answers#/topic/radiometric-dating

miércoles, 18 de junio de 2014

Evolución I ~ Teorías, Ciencia y Religión

Luego dijo Dios: «Produzca la tierra seres vivientes según su especie: bestias, serpientes y animales de la tierra según su especie.»
Y fue así. E hizo Dios los animales de la tierra según su especie, ganado según su especie y todo animal que se arrastra sobre la tierra según su especie. Y vio Dios que era bueno.
Entonces dijo Dios: «Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y tenga potestad sobre los peces del mar, las aves de los cielos y las bestias, sobre toda la tierra y sobre todo animal que se arrastra sobre la tierra.»
Y creó Dios al hombre a su imagen,
a imagen de Dios lo creó;
varón y hembra los creó.

Génesis 1: 24-27, Biblia Reina Valera

La Gran Teoría

  La Teoría de la Evolución es el mejor ejemplo disponible para poner en evidencia las brechas que existen Ciencia y Religión pero, sobre todo, entre Ciencia y el ciudadano medio. Es tratando la Evolución donde alguien con ciertos conocimientos científicos descubre que la gente de a pie no sabe qué es una teoría. En el lenguaje común, una teoría puede ser: "mañana va a llover". Si mañana llueve, la teoría resultará correcta y pasará a ser un hecho. Si no llueve, se quedará en eso, una teoría. En ciencia, una teoría es un corpus completo de leyes científicas, hipótesis, deducciones, aplicados a un campo concreto de la realidad. Estrictamente, una teoría al completo no puede ser absolutamente incorrecta o absolutamente correcta. Supone un análisis deductivo de la realidad y en ese sentido su importancia radica en su capacidad de realizar predicciones. Todas las grandes teorías que me vienen a la cabeza han arrojado predicciones correctas. Por ejemplo, la existencia de los agujeros negros, la existencia de Plutón, la correspondencia entre los elementos conjeturados y los encontrados, etc.
  Esto es aceptado sin mucho dolor por la gente de a pie para la Teoría de la Gravitación, del Electromagnetismo e incluso de la Relatividad (obviando que son dos teorías de la Relatividad). Pero, entonces, ¿por qué supone tantos problemas aceptar la Teoría de la Evolución?

  Nunca una teoría ha proporcionado un choque tan brutal a la mentalidad de la gente de una época. La
Gravedad es un hecho que apreciamos desde que cobramos consciencia. El Electromagnetismo nos lo empezamos a creer cuando aprendimos a manejar la potencia de los rayos y a manejar radiofrecuencias. La relatividad no tiene tanto impacto real, ¿en qué me afecta a mí la velocidad de la luz o el espacio-tiempo? Pero, en todo caso, me fiaría de alguien cuya ecuación E=mc² ha proporcionado el acceso a la energía nuclear a la humanidad.
  La Teoría de la Evolución, en cambio... no es apreciable a simple vista y sin embargo tiene un impacto colosal en nuestra forma de vernos a nosotros mismos y nuestro papel en la biosfera. Rompe con el legado judeocristiano de la Creación y, sobre todo, plantea que, en el núcleo de todo el proceso que nos lleva desde un caldo de aminoácidos hasta la gloriosa forma humana, reside la aleatoriedad.
  Esto duele a cualquiera que profese la fe en el Destino, en lo ya fijado, en cualquier suerte de voluntad férrea e inmutable. Y esto no es distinto para los que aclaman el Diseño Inteligente que para los del Creacionismo.
  Esta aleatoriedad significa que un cambio mínimo, inapreciable, en cualquiera de estos millones de años de proceso evolutivo, significaría que la humanidad como la conocemos no existiría jamás. Muy probablemente, ni siquiera existirían los homínidos, los primates, los mamíferos, los vertebrados, los cordados... según cuanto nos remontemos.

  Y aquí aparece la brecha entre Ciencia y Religión. Si los religiosos han podido aceptar sin problemas la
Gravedad, las leyes que describen las fuerzas nucleares y el electromagnetismo, la existencia de los quarks y los agujeros negros y las estrellas de neutrones, ¿por qué se niegan a aceptar la Evolución?
  La verdadera brecha se aprecia cuando los religiosos intentan tumbar la Teoría de la Evolución usando argumentos pseudocientíficos de toda índole, que será de lo que tratarán mis dos o tres próximas entradas. Antes de eso, tengo que puntualizar lo siguiente:
  Aunque es cierto que el creacionismo como tal apenas existe en España, el Diseño Inteligente sí que abunda entre los círculos más cercanos al nacionalcatolicismo y derivados. Estos afirman que es cierto que la tierra fue formada hace millones de años (miles de millones), que la vida tiene millones de años, que ha habido un proceso evolutivo que ha desembocado en nosotros, etc... Pero con la salvedad de que este proceso ha terminado en nosotros no por azar, sino por intervención divina, no por aleatoriedad sino por expresa voluntad del creador, por especificación de diseño, es decir, por diseño inteligente.
  Editado (léanse los comentarios): El Diseño Inteligente no abunda en falacias como el Creacionismo, ni contradice, en realidad, lo que la biología y la geología ha podido averiguar e hipotetizar en todo este tiempo. Pero la premisa que la diferencia de la proposición evolutiva, la de una voluntad subyacente a toda mutación, es infalsable. Corresponde a cada uno dilucidar si esto supone una mala formulación científica o no. A efectos del falsacionismo, sí lo es. Véase la tetera de Russell, la Unicornio Rosa Invisible, etc., para entenderlo. Quizá lo más importante del Diseño Inteligente es que (como todo lo importante respecto a todo este debate) se aplique al proceso evolutivo humano. En la medida en que consideren que todos los demás animales sí que han mutado aleatoriamente, el impacto de esta premisa se reduce brutalmente. De todas formas, no trataré el Diseño Inteligente en estas entradas. Su carácter infalsable hace que esté más allá del alcance de la ciencia y lo coloca en la misma categoría que las hadas, Dios, la tetera de Russell, el cáncer provocado por los tomates transgénicos, el alma, etc. (Entiéndase que esto no hace inferior ni superior a ninguno de estos elementos, simplemente es imposible demostrar que existan, tanto como demostrar que no existan).
  [[He borrado el anterior párrafo en un despiste, pero los comentarios pueden dar una idea de mi error]]

martes, 22 de abril de 2014

Diálogo y Discusión I

Ciencia es todo aquello sobre lo cual siempre cabe discusión.

José Ortega y Gasset (1883-1955)


Aquí voy a hablar de varias obviedades. Como suele pasar, que algo sea obvio no significa que todo el mundo lo sepa, o que todo el mundo lo tenga presente en el momento adecuado... Y como hablo de la esencia de una discusión, esto se vuelve más espinoso.

Discusiones emocionales


Para empezar, cuando se inicia una discusión, la mayoría de las veces al menos un bando no tiene la más mínima intención de escuchar al otro. La discusión se limita a una exposición de armas, de tanques, una cabalgata de insultos, gritos o reproches acumulados con el tiempo, hacia una persona o ideología en concreto. Otras veces (cuando no las mismas), hay un bando que calla y opta por pensar la lista de la compra mientras el otro desarrolla sus razonamientos.

Todo esto es por una simple razón, aquí no hablamos de un diálogo, sino de una lucha de ego. Si el bando que no está interesado en razonar consigue ganar la batalla de reproches, falacias y gritos en el primer asalto, perfecto; si no, aguantará lo justo como para dar la sensación de que ha habido un intercambio de retórica, dará la razón o negará el punto de vista del contrario con desgana y marchará a su casa con la misma sensación que cuando se vuelve del cine tras ver una película regular que olvidas antes de abrir la puerta de casa.

Lo peligroso en esta discusión es que este bando (o todos) pueden comenzar y comenzarán si es posible ofreciendo argumentos racionales o pseudoracionales (o falaces, directamente), porque en el fondo saben qué argumentos son o parecen racionales y qué argumentos son emocionales o insultos y porque saben que un argumento bien fundado le dará puntos al principio. Si el bando contrario no ha encontrado una refutación a este argumento base, o su refutación tambalea, basta con rodear todo insulto y reproche alrededor de este argumento para conseguir la endorfina de victoria requerida.

Otro punto interesante es que no le interesa con lo que puedas contribuir a la discusión. Ese bando ya sabe que tiene razón, no espera que le des la razón o que se la quitas, de hecho no espera nada excepto hundir tu refutación. Las refutaciones que puedas construir contra sus argumentos serán despreciados, aquí pensarás "si tanto le importan sus razonamientos, y le construyo otro razonamiento siguiendo la misma lógica que el suyo, ¿por qué lo ignora?", sencillo, lo ignora porque no le importa la lógica ni el argumento, sino ganar, y razonando no se gana, porque en un diálogo racional, en una argumentación, en una discusión formal, no se gana, se crecen ambos bandos y se genera y comparte conocimiento.

Diálogo argumentativo, nivel prehumano
Y es que así se puede diferenciar un diálogo o una comunicación constructiva de una pelea callejera (retóricamente hablando) o diálogo destructivo, se busca ganar pase lo que pase, y esto conlleva ignorar argumentos o darles la vuelta, lo cual conlleva, por último, que pase lo que pase, el bando interesado se pensará ganador, porque si no tienes en cuenta la lógica en una discusión enmascarada de lógica, puedes pensar que sí es no o que ganar es perder o que verdadero es falso, darte una palmada en el pecho y retirarte satisfecho de la cara de imbécil que le has dejado el pobre diablo que ha intentado argumentarte racionalmente.

¿Qué hacer?


Entonces, ¿qué puedes hacer si tienes enfrente a alguien que empieza a discutirte por la sencilla razón de que en su interior sabe que ha ganado (una teórica discusión mental consigo mismo respecto a tu punto de vista) pero quiere demostrártelo por la fuerza? Es sencillo, nada.

Si entras en su juego y comienzas a razonar alrededor de sus argumentos... mal. No le interesa que hagas eso, se cabreará y se enojará. Esos argumentos sólo los ha dado para ofrecer aspecto lógico y formal a la destrucción masiva que está preparando; realmente no le importa si son refutables o no, sencillamente se los ha repetido día y noche para convencerse de que si los acompaña de suficientes reproches, te ganará la guerra y también una copa de oro como las de tenis y algún sobrecillo de azúcar de regalo.

Si no argumentas racionalmente, la discusión acabará en pelea llana (bien a insultos y reproches, bien a puñetazo limpio) en tiempo récord.

Hagas lo que hagas, ese bando ha ganado. De puertas para adentro ya ha ganado, está ganando y ganará, incluso en el presente eterno del Álungar, está ganando siempre, desde los orígenes hasta el fin del universo. Se construye un pensamiento circular y todo con lo que intentes contribuir a la discusión alimentará aún más esa retroalimentación, sustentando su tesis. Lo único que puedes intentar es dejarle claro que aunque haya ganado, tú no has perdido, pero esto ya es una sutileza mental que está por encima de las posibilidades de este blog.

Suerte con las personas, ideologías o religiones que saben que ya han ganado antes de dirigirte la palabra, pero sobre todo, cuidado con vosotros mismos, todos hemos hecho eso alguna vez y lo seguiremos haciendo si no hacemos nada al respecto.

jueves, 10 de abril de 2014

Escepticismo y Levulosa

 Escepticismo...

Levulosa en un cenicero (¿?)
Hace dos días publiqué un artículo en que relataba la historia, peligros y usos de la levulosa, un producto químico artificial supuestamente usado por la industria alimentaria para producir en los consumidores una dependencia fisiológica y posibles daños letales en caso de parar su consumo, a través del proceso de levulación. Todo esto puede verse aquí: Levulosa ~ [Alerta I].

Os contaré la reacción que tengo siempre al leer un artículo con las características del de la Levulosa... Se resume en un par de acciones que no llevan más de 3 segundos: hago Ctrl+T para abrir una nueva pestaña, escribo 'levulosa', hago intro y abro el primer enlace.

No estoy hablando de una labor de investigación y documentación intensa o pesada. No estoy hablando de conocimientos extensos en química orgánica ni de doctorados o graduados. Hablo de simple curiosidad y escepticismo... Habrá gente que no se haya leído el artículo anterior y por tanto no le importe investigar sobre ello pero la pregunta es, sinceramente, ¿cuántos de quienes lo han leído y han sentido el picotazo de "esto parece serio..." han empleado como mínimo esos 3 segundos para contrastar mi artículo?

Y es que las señales que indican que el artículo es pura bazofia abundan a todo lo largo de su incoherencia. Si se habla de un tal Dr. Mario Witiza y Nature, ¿dónde está la referencia a su artículo? ¿O sólo mencionarlo ya se da fuerza al conjunto? Si es un agente tóxico (utilizado en la guerra) en la primera mitad del artículo, ¿por qué es sólo tóxico cuando se deja de consumir en la segunda mitad? Pero a ver, ¿se analiza en 5 o en 4 laboratorios de todo el mundo? ¿Por qué las etiquetas del artículo son Ironía y Magufo?

Aparte de todo esto, aunque es obvio que nadie que haya leído el artículo iba a alarmarse lo suficiente, sobre todo en mis círculos, ¿cuántas de las personas a las que le podría haber llegado se habrían alarmado si hubiese escrito el artículo para ser mucho más creíble?

Yo mismo he caído en trampas parecidas, seguramente generadas por alguien que las creía en verdad. He compartido noticias falsas y después rectificado mi opinión tras no más de 5 minutos (siendo muy generoso) de googlear. Sí, he sido muy generoso, la mayoría de los bulos con que me encuentro requieren menos de 3 minutos...

...y Levulosa

Empecemos por lo menos obvio. La levulosa existe. Es un isómero de la dextrosa (glucosa). La dextrosa es dextrógira (al ser asimétrica, se hace una distinción según el sentido respecto de las agujas del reloj, por ejemplo) y la levulosa es equivalente en formulación, pero levógira (contraria al sentido de las agujas del reloj).

Y aquí el gran secreto. A la levulosa la conocéis ya todos como fructosa. El azúcar común es simplemente una unión de glucosa y fructosa. Así que con cada café que tomáis ya estáis ingiriendo levulosa. Por descontado, aparece en la fruta...

¿Sus efectos? Bueno, tiene una relación complicada con la diabetes y la obesidad, pero poco más.

¿Por qué todo esto?

No negaré que se trata sólo de un experimento, pero un experimento en dos vías. La primera, para comprobar quiénes de los que lo lean han podido reaccionar escépticamente, buscando información sobre la levulosa donde fuera. La segunda vía es precisamente las acciones y pensamientos que pueda tener un lector de ese artículo. ¿Siente curiosidad por ver si es verdad? ¿Se ríe de mi artículo porque ha detectado el nombre 'levulosa' o reconocido la fórmula o el esquema de la infección de los linfocitos por el VIH (véase más abajo)? ¿Se ha preocupado al principio y luego ido a responderse si es verdad o no?



No pretendo instruir a las masas de una filosofía concreta, o ser una especie de maestro ni nada por el estilo. Lo único que pretendo es demostrar la necesidad real que tenemos del escepticismo. El escepticismo es el único camino que tenemos hacia el conocimiento real. Personalmente creo que es tanto o más valioso dudar de lo que sabemos que aprender cosas nuevas.

¿Cuánto de lo que habéis aprendido desde que nacisteis ha resultado ser mentira? La creencia en la democracia, en la Constitución, en Dios, en los Reyes Magos, en Papá Noel, en el "si quieres, puedes", en la igualdad de género, en el cáncer que provocan los imanes de nevera, en el modelo atómico de Dalton, en el ratoncito Pérez, la teoría de los sabores y los puntos de la lengua... la lista es casi infinita. ¿Cuánto conocimiento inútil podríamos haber desechado de nuestra cabeza si hubiésemos aplicado el escepticismo en su debido momento?

Una vida escéptica no es más vacía o fría, porque estar acompañado de mentiras sí que es vivir una verdadera experiencia vacía del conocimiento.

martes, 8 de abril de 2014

Levulosa ~ [Alerta I]

ALERTA ALIMENTICIA

Recientes investigaciones, como la llevada a cabo por el Dr. Mario Witiza en 2013 y publicado en Nature, indican que ha aparecido un nuevo compuesto químico artificial en la industria alimentaria. Dicho producto se lleva usando varias décadas sin ningún tipo de reparo ni control en muchos campos de esta industria, aunque en realidad las empresas matrices son sólo unas dos (cuyo nombre no escribiré por aquí pero que algunos pueden estar ya pensando).

A este compuesto se le llama (3S,4R,5R)-1,3,4,5,6- pentahidroxihexanona, aunque en la industria química militar y en la alimentaria se le conoce mejor como agente ZR-314 o levulosa  El compuesto fue descubierto por USA en los años de la guerra fría, en su búsqueda de un agente nocivo con el que poder rociar los sobres cebo con información confidencial, es decir, sobres que no debían ser abiertos y que aun así sabían que algunos dobles espías abrirían. Los síntomas que acarreaba este agente en los desgraciados que lo inhalaban van desde vómitos y diarrea hasta hemorragias intestinales severas, con reportados casos en que aparecían pequeños nódulos tumorales en los pulmones por haberlo respirado.

Cuando acabó la guerra fría, los lobbies de la alimentación americanos se apropiaron de la patente del ZR-314 por presión política y consiguieron introducirlo indiscriminadamente en productos como leche pasteurizada (proceso que desde que fue corrompido por ellos añade levulosa para eliminar la microfauna natural e inocua de la leche para hacerla más cara), bollería industrial, alimentos fritos procesados (desde patatas fritas hasta kikos, pasando por pringles), carne procesada para las hamburguesas de un par de famosas cadenas de "restaurantes" de comida rápida... y un largo etc.

¿Por qué le echan la letal levulosa, comparable al ántrax, a todos estos productos? Fácil. Durante los experimentos limitares con la levulosa, se descubrió un efecto secundario sobre los cerebros de los afectados. Apareció una débil dependencia física a nivel neuronal por la levulosa, debido a que este producto artificial levulaba las células neuronales químicamente.
Ciclo de levulación de ZR-314 en una neurona sana.

La levulación consiste en la sustitución de ciertas partes de la estructura de las neuronas por unas cadenas de enantiomeros provenientes de la levulosa. Con el tiempo, los enantiomeros se descomponen por la propia célula y ésta se vuelve inservible porque ya no puede reparar este hueco, por lo que busca más levulosa con que repararse, iniciando un ciclo sin fin, ya que el usuario comprará más productos con levulosa para cubrir la cada vez más fuerte dependencia de ella (muchas veces el usuario confundirá dicha dependencia con hambre común).

Esta dependencia ha ido consolidándose durante décadas sin que nadie notara nada, hasta que en 2012 una mujer de mediana edad, M. A. (omito el nombre completo porque la causa judicial aún tiene secreto de sumario), de Reino Unido, dejó de consumir productos de una conocida marca de alimentación suiza, conocida por sus compuestos artificiales derivados del café para hacer bebidas solubles, té helado, etc. A las pocas semanas, sus neuronas degeneraron rápidamente, liberando la levulosa que había permanecido fijada a ellas y desencadenando el infierno que sólo han conocido hasta ahora los dobles espías de la guerra fría. Por desgracia M. A. falleció y ahora su marido J. R. R. lucha por conseguir justicia.

¿Qué podemos hacer? La acción más contundente es siempre la mejor. Boicot absoluto a todas estas empresas (Mercadona con su línea de alimentos sin gluten, que sin embargo contienen levulosa..., Nestlé, McDonalds, Burguer King, CocaCola Co., y todos los asociados a la multinacional matriz Heimer Co., que controla buena parte del lobby alimentario de america). Pero recordad que no debemos dejar de golpe de consumir sus productos, porque nuestro cuerpo se ha vuelvo inmune a la toxicidad de la ZR-314 a costa de ser adicto a ella; para no sufrir sus efectos adversos hay que dejarla poco a poco. No compréis más productos que la contengan pero, de lo que os quede, racionadlo con cuidado (por ejemplo, una cucharadita de nescafé por cada comida, es decir, tres al día) para que la levulosa se vaya eliminando del cuerpo lentamente. Sin embargo, jamás inhaléis (o esniféis) estos productos (ya sea en su forma gaseosa o en polvo).

Además, otra razón para el boicot es que no es posible demostrar que una empresa dada haya dejado de introducir levulosa en los alimentos, porque su detección sólo es posible en 5 laboratorios de todo el mundo, que no podrían dar abasto a la necesidad de auntenticación de las cantidades de levulosa en sus productos. Esto es así porque la levulosa se reviste en laboratorio, por métodos artificiales, de una serie de compuestos químicos más sencillos que la camuflan (desde el punto de vista de los análisis y de las defensas del cuerpo) como si fuera una sustancia inocua. Sólo estos 4 laboratorios pueden romper esta envoltura (envoltura policíclica levógira) y descubrir el secreto mortal.

Si has leído esto, compártelo y difúndelo, porque un poco de prevención HOY te salvará la vida MAÑANA.

domingo, 23 de marzo de 2014

Veganos, Carnívoros y Nazis ~ [Falacias III]

  Hoy presentaré el primer ejemplo práctico del blog... Es el súmmum de la falacia, un gran combo mortal. En un rato he contado tres falacias, pero ya lo detallaré más adelante.

  Preámbulo

[IMPORTANTE - LEER]
Esta entrada NO tiene que ver con el veganismo. NO tiene que ver con los animales, ni con Hitler, ni con el Ku-Klux-Klan, ni con el maltrato a las mujeres (ya entenderéis esto más adelante). NO tiene que ver con la crueldad ni con el sufrimiento.
Por todo esto, absténganse comentarios acerca de la evolución, las proteínas, el sistema nervioso o lo crueles que somos los que degustamos hamburguesas (a no ser que el comentarista sea capaz de argumentar con razonamientos lógicos).

LA Imagen

Ejemplo de múltiples falacias que intentan defender el veganismo (no he encontrado la fuente)
  Empezaré por lo obvio, aunque lo obvio suele escapar de la vista en estos casos. Se trata de una imagen hecha por veganos, para veganos. Lo cual no me parece mal en principio. Es como ciertas asambleas, o ciertos discursos, o ciertos "diálogos", a todo lo largo de la sociedad civil en sus dimensiones culturales y políticas; diseñadas por y para el grupo en que ve la luz. Es decir, no intenta generar conciencia, porque sus receptores serán personas con esa conciencia. Y por supuesto no intenta crear diálogo, porque los argumentos o razones que expone no lo resisten.
  Si es un ejercicio de sarcasmo creado por veganos para regodearse en su moral, me parece correcto, pero aun así lo usaré como ejemplo de gran contenedor de falacias. Nótese que, si encontrase una imagen parecida respecto a los carnívoros, podría argumentar perfectamente respecto a ella. Véase:
Ejemplo de apelación al ridículo
  Por mucho que me guste esta serie de memes de comepiedras, son brutalmente falaces aunque, hasta donde he visto, sólo recurren a la falacia de apelación al ridículo. Como los anteriores, es un ejemplo de mofa diseñada por y para un grupo de gente, no aporta nada nuevo, no está abierto al diálogo...
  Pero seguiré por la primera imagen porque tiene mucha, mucha, mucha más chicha "retórica", que desgranaré según el tipo de falacia que muestra:
  -Ad Hitlerum / Ad Nazium: De nuevo la Ley de Godwin (véase Ad Hominem ~ [Falacias II]). Personalmente y a menos que se trate de una discusión histórica, el diálogo muere en el momento en que se menciona a los nazis o a Hitler, porque demuestra que el que hace uso de ese arma no tiene ninguna intención de dialogar o compartir conocimiento, tan sólo de provocar enojo en el enemigo y regocijo en el correligionario.
  -Apelación a las emociones (Ad Passiones): Es el más obvio, quizá. La imagen trata de producir asco contundente frente a la imagen de los encapuchados del Ku-Klux, el maltratador y Hitler. Todos odiamos estos elementos, por lo que dicho asco debería alejarnos de la carne y acercarnos al veganismo para alejarnos de tales sentimientos.
  -Falacia del Hombre de Paja: Es difícil desmontar argumentos racionales como los esgrimidos por la lógica evolucionista, la bioquímica, la economía, la biología o la nutricionismo. Pero es muy fácil conseguir que alguien repudie a un maltratador, a Hitler o al Ku-Klux-Klan. Esta falacia es, por paradigma, justamente esto: no tengo ganas de centrarme en tus argumentos, así que escojo un argumento o sujeto fácil de desmontar y destruir (hombre de paja / espantapájaros), encuentro algún razonamiento que lo relacione con tus argumentos y paso a destrozarlo ante tus ojos, obviando el hecho de que no tienen nada que ver.
  Estaba convencido de haber encontrado más falacias, pero ahora mismo no caigo en ninguna más.

  He de puntualizar que buena parte del contenido de la imagen se basa en esta premisa:
  "Es comparable el respeto a una persona con el respeto a un animal".
  De darla por cierta hasta el extremo, el Holocausto Judío empequeñece frente a, por poner un ejemplo, lo que sucede en Estados Unidos un par de días antes de Acción de Gracias.
  Queda a discreción del lector dar veracidad a esta premisa, pero puntualizo, empero, que esto sólo anularía la falacia del hombre de paja. La apelación al asco que tenemos a los nazis sigue estando absolutamente fuera de lugar. La apelación a la creencia firme que un vegano pueda tener respecto a que mi conducta, como omnívoro, es comparable con la de Hitler... De ser dada por cierta la premisa anterior hasta las últimas consecuencias y estar de acuerdo con esta comparación, se está incurriendo en (opinión personal) un ejercicio de severa deformación de la realidad, de falta de respeto a la humanidad en su totalidad, a todos nuestros ancestros y a nuestra inteligencia.
  Para terminar, creo que es un pensamiento extremadamente intolerante y antidemocrático, más aún que el quiste de la superioridad moral. De la intolerancia no he visto nada que llegue hasta esos extremos en la más cruda ultra derecha, ni de la superioridad moral ni en la izquierda española ni en el catolicismo más rancio.

  Lo que importa no son las gilipolleces que escribamos en algún momento de furia o exaltación moral. Lo que importa es cuánto de todo eso interiorizamos luego cuando, sentados en calma, repasamos mentalmente nuestra ética y nuestra forma de ver la realidad.